Hace poco más de una década, el director de operaciones tenía unas funciones centradas en la minimización de costes y mejora de la productividad y rendimiento de las líneas productivas.

Estas funciones han ido variando hasta el enfoque que se le da actualmente, con responsabilidades mucho más amplias que incluye la generación de valor de buena parte de los recursos disponibles de las empresas: capital, personal capacitado, materias primas, maquinaria, energía, entre otros.

Es decir, se trata de una función estratégica, que por lo tanto, tiene incidencia en toda la organización.

Con el paso de los años, los profesionales adquieren los conocimientos más representativos de la empresa y ocupan puestos de responsabilidad. En este momento, la rápidez a la que suceden los cambios en las organizaciones, hace necesario contar con la madurez personal y profesional de sus profesionales al mismo ritmo, lo que implica la necesidad de aumentar conocimientos y mejorar el desarrollo de competencias y habilidades.

Con el Programa Superior en Dirección de Operaciones de la Industria de ITCL, el profesional será capaz de conseguir una óptima Gestión Operacional basada en la mejora continua y en la eliminación de gastos para la empresa, premisas básicas que debe de seguir el director de operaciones, independientemente de la naturaleza del negocio, el tipo de mercado en el que se desempeñe o las características de su modelo productivo.

Asimismo y dada la versatilidad de sus funciones y la incidencia que tiene en todos los niveles de la empresa, se le exigen otras competencias, habilidades de liderazgo, comunicación eficaz y, especialmente, talento para la planificación estratégica.